martes, 30 de octubre de 2012

Presencia de Halloween en la cultura europea. Restos de la cena de difuntos en la literatura española.







Se trata de una intuición antigua que utilicé como ejercicio para la extinguida asignatura de "Sociedad, cultura y religión". Debo confesar que no tenía mucho éxito, pero era de esperar, el adolescente ama de Halloween la práctica pura, el disfraz, la peregrinación pedigüeña de puerta en puerta y la broma, macabra o gamberra, que tanto monta, monta tanto. Hoy le otorgo la primera página, liberándola de los fondos del blog dedicados a la religión. En España hace tiempo que nos olvidamos -somos más papistas que el Papa- de que la religión no siempre ha amado el otro mundo y sus muertos, sino que, también, los ha temido profundamente. Claro que, siempre había lugar para el reto de un "macho hispánico" que supiese  reírse en las mismísimas barbas de la piadosa muerte. Esta es la ventaja que nos lleva el mundo anglosajón: ellos, los gringos, han conservado, del primitivo germano o del celta, la risa -para no llorar- ante lo supuestamente más sagrado.

Salvador Dalí.1949. Cartel de Don Juan Tenorio. Obra robada







Se ha insistido, una y otra vez, en lo extraño de la fiesta de Halloween para la cultura española, incluso para toda la europea. Dejando para otro momento lo segundo -pues los germanos colocaban en la cena de esa fecha un plato para los muertos-(1), demostramos aquí como en el naciente siglo XVII español (1617) quedaban restos de esa noche de los muertos vivientes, incluso de la cena de origen germánico y las expresiones prácticamente de broma sobre la muerte, los muertos y la escatología en general. En el folclore español también se ha mantenido pero casi sin trascendencia pública (2). Por supuesto ha sido la escuela jungiana la que ha mantenida viva la llama analítica de este primitivo ritual (3).
Calabaza de Halloween.
La relación que hace Tirso de Molina es genial pues incluye parte del mito, el ritual, las bromas escatológicas -parte del ritual también-, junto al problema de la autoridad patriarcal -o lo que era lo mismo entonces, el problema de la gerontocracia y la autoridad en general- el honor sexual - moralidad y autoridad paterna también- y el problema de la rebeldía -el guerrero conquistador que se burla de toda norma- simbolizada por el seductor que, final tema de Tirso, termina cayendo en las redes del auténtico e insoslayable amor, por encima de normas, autoridades y muerte. El latinista Juan Gil Fernández, en su tesis El Burlador y sus Estragos ha buscado en la cultura clásica el mito y considera que Paris, hijo de Príamo y Hécuba, el raptor de Helena, sería el representante más claro de rebelde o burlador de toda norma.(4) El arcaico miedo a los muertos de los primitivos habitantes de las selvas norteñas, convertido ahora en fiesta burlona anglosajona o celebración sacra y católica de Todos los Santos -absorción purificada de la germánica- queda así superado por lo que es "más fuerte que la muerte" y se encuentra más allá del bien y del mal: el Amor.



 Don Juan Tenorio y Halloween. Rodríguez y Méndez. Ediciones Mayi."
Guión: José J. Rodríguez Dibujos: Jesús Méndez.



















Estamos ante una auténtica expresión reflexiva de un tema de religión natural por el que ha pasado toda la evolución de la historia del hombre y su filosofía crítica. Es tan presente al inconsciente colectivo que ha llegado al mundo del Comic (5), no sin antes pasar por el taller de grabado del mismísimo Goya (6).
No sería baladí investigar el simbolismo oculto en los nombres del enfrentamiento: Gundisalvo -el guerrero dispuesto a luchar por todo en el origen germánico del nombre-, Juan -del hebreo Yohanan, "fiel a dios" y, en cristiano, el apostol preferido por Cristo y el más joven- y Ana -véase toda la mitología céltica y galesa sobre la primigenia y matriarcal Diosa Ana que Robert Graves acumuló en su libro La Diosa Blanca-.(7)



El burlador de Sevilla y convidado de piedra (1612-1630), de Tirso de Molina (1579-1648).

DON JUAN, EL BURLADOR DE SEVILLA 2009






Don Juan, aumentando su osadía impía, tras seducir a Doña Ana y matar a su padre, Don Gonzalo, termina invitándole a cenar en su posada:



"Don Juan       
Aquesta noche a cenar 
Os aguardo en mi posada.
Allí el desafío haremos,
si la venganza os agrada;
aunque mal reñir podremos,
si es de piedra vuestra espada".
(Jornada tercera. 2252)





El muerto invitado, Don Gonzalo, acude a la cena con Don Juan, tras lo cual invita a su vez a Don Juan. El asombro por la comida del muerto preside la escena.


I. 
                                                                       
Don Gonzalo. Soy el caballero honrado          
                     que a cenar has convidado.     
                                 
Don Juan.       Cena habrá para los dos,                            
                      Y si vienen más contigo,                         
                      para todos cena habrá.                                
                      Ya puesta la mesa está.                                
                       Siéntate.     
                                                 
Catalinón.       ¡Dios sea conmigo!                        
                      ¡San Panuncio, San Antón!                         
                      Pues, ¿los muertos comen? Di.-                  
                      Por señas dice que sí. 
                                 
Don Juan        Es desconcierto
                     ¡Qué temor tienes a un muerto!  
                     ¿Qué hicieras estando vivo?      

                      ¡Necio y villano temor!     
.                     (2329/2344)                                                  

     


"El convidado de piedra" (1797). Francisco de Goya y Lucientes (en paradero desconocido).
  





                         
II.

Don Juan.        Que mi palabra te doy
                       Salíos todos.
Di, ¿qué quieres?        
                       sombra o fantasma o visión
                       Si andas en pena, o si aguardas
                       alguna satisfacción.
                       Para tu remedio, dilo;
                       De hacer lo que me ordenares
                      ¿Estás gozando de Dios?
                      ¿Dite la muerte en pecado?
                       Habla, que suspenso estoy.

Don Gonz.      ¿Cumplirasme una palabra
                      como caballero?

Don Juan        Honor
                      Tengo, y las palabras cumplo,
                      porque caballero soy.

Don Gonz.      Dame esa mano, no temas.

Don Juan        Si fueras el mismo infierno      
                      la mano te diera yo.

Don Gonz.      Bajo esta palabra y mano
                     mañana a las diez estoy    
                     para cenar aguardando.
                     En mi capilla.
                     (2424/2449)


III

Don Gonz.     Quiero a cenar convidarte.     
     
Don Juan       ¿Eso dices? ¿Yo temor?            
                                                              
Gonz.            Dame esa mano; no temas.     
            
Catalinón.      Aquí escusamos la cena;                                  
                    Que toda ha de ser fiambre,                              
                    pues no parece cocina.   
             
Don Juan       Cenemos.          
                                                
Don Gonz.     Para cenar        
                    Es menester que levantes                                                   
                    esa tumba.           ´
                                              
Catalinón.     ¿Qué plato es éste, señor?

Don Gonz.     Este plato es de alacranes
                    Y víboras.

Catalinón.    ¿Qué vino beben acá?

Don Gonz.    Hiel y vinagre.

Catalinón.     ¿De que es este guisadillo?

Don Gonz.    De uñas
                     (2692/2737)







Notas.

(1) Psyche und Tod: Wandlungen des Todesbildes im Mytbos in den träumenheutiger Menschen. Zurich: Rascher Verlag, 1960. (Studien aus dem C. G. Jung-Institut, vol. 11). Herzog, Edgar.Traducido para Compañía General Fabril Editora por Jorge Thieberger. Buenos Aires 1964. Psiquis y muerte. Herzog, Edgar. Capítulo VIII. "El alimento de los seres subterráneos y la comunión con los antepasados". Págs. 86 a 95.
(2) Halloween y la noche de los difuntos. M.D. Tejelos.
(3) C.G.Jung Page. Reflections on Psychology, Culture and Life.Origen: Jung Center.
(4) Juan Gil Fernández, El Burlador y sus Estragos: discurso de entrada en la Real Academia de la Lengua, el 30 de octubre de 2011.
(5) Don Juan y el Comendador. Francisco de Goya y Lucientes.Fundación Goya en Aragón.es.
(6) Don Juan Tenorio y Halloween. Rodríguez y Méndez. Ediciones Mayi."
Guión: José J. Rodríguez Dibujos: Jesús Méndez.
(7)The White Goddess, Faber & Faber, Londres, 1948. Traduccion en Alianza Editorial.


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